¿De qué están hechos los textiles que compramos?

¿De qué están hechos los textiles que compramos?No es fácil de ver a simple vista, aunque a veces se puede ver la fragilidad de algunos tejidos.Por este motivo hay que consultar la etiqueta para conocer los porcentajes de composición de cada una de las fibras.
Fibras naturales (algodón, lana, lino y seda)siempre tienen un valor añadido y, en algunos casos, incluso mejoran la permanencia de los colores, haciéndolos más nítidos y atractivos.
Cuando se trata de fibras sintéticas como el poliéster, siempre se debe utilizar la mejor calidad para garantizar una mayor resistencia y durabilidad en el tiempo.En este contexto, la marca del producto es garantía de su calidad, ya que el ojo inexperto e inexperto no puede distinguir un buen poliéster de uno malo.
En este sentido, es útil observar el efecto «pilling».Cuando los tejidos presentan una cantidad mínima de «pilling», que equivale a la exfoliación de un tejido, es señal de mala calidad.El “pilling” ocurre cuando las fibras son tan cortas que cualquier tipo de fricción las rompe, haciéndolas sobresalir de la tela para producir bolitas o “bolitas” molestas y poco atractivas.
Aunque no se ve, un buen tejido está compuesto por muchos hilos, que es lo que le da peso y un tejido denso a un tejido.Es decir, cuando se teje, cuanto mayor es el número de hilos tanto en la trama como en la urdimbre, que forman la base de cualquier producto textil, más hilos hay en el propio tejido y, por lo tanto, mayor es la calidad del tejido.
Esta es la ecuación infalible de cualquier tejido.Todos están tejidos con trama y urdimbre, pero no todos tienen el mismo número o calidad de hilo.
En nuestro sector, al contrario de lo que se pueda pensar, cuanto más fino es el hilo, más caro es.Sin embargo, si un hilo es fino pero de mala calidad, se romperá.Si es hilo de alta calidad, será fino, pero resistente, produciendo un material de mejor calidad que naturalmente será más caro.
Los tejidos compuestos por hilos muy finos son los que tienen mejor caída: exhiben naturalmente un mayor movimiento, mayor fluidez, y a simple vista suelen ser los más bellos y vibrantes, como la seda.